Una estrategia audaz que desafía los estereotipos sobre la calidad de la cerveza nacional.
En un mercado donde las marcas internacionales suelen ser sinónimo de calidad, la cerveza peruana Tres Cruces llevó a cabo un experimento disruptivo durante el Oktoberfest Perú para desafiar los prejuicios sobre los productos locales.
Bajo el nombre de Kreuzen Drei, una supuesta cerveza "extranjera", miles de asistentes pudieron degustar su sabor sin saber que se trataba, en realidad, de una marca nacional. La estrategia permitió evaluar la calidad del producto sin influencias preconcebidas sobre su origen.
La gran revelación: el sabor es lo que importa
El experimento resultó ser un éxito rotundo. Kreuzen Drei rápidamente se posicionó como una de las favoritas del público, y al final del evento, los organizadores sorprendieron a los asistentes al revelar que esta cerveza "importada" era en realidad Tres Cruces. La noticia generó asombro y reflexión, evidenciando cómo los sesgos de marca pueden influir en la percepción del consumidor.
“La idea era ver si Tres Cruces podía conquistar paladares únicamente por su sabor”, comentó el equipo detrás de la marca. “Queríamos que el público disfrutara de nuestra cerveza sin ideas preconcebidas y sin prejuicios sobre su origen.”
Una lección sobre calidad sin etiquetas
El objetivo principal de esta estrategia era demostrar que Tres Cruces tiene la calidad para competir con cualquier cerveza, nacional o internacional. Al eliminar el peso de las etiquetas y los estereotipos, los organizadores lograron opiniones auténticas sobre el sabor, frescura y equilibrio de su producto.
Con esta acción, Tres Cruces reafirma su compromiso con la excelencia y se posiciona como una cerveza peruana capaz de conquistar paladares a través de su propuesta fresca y de alto nivel. La marca demuestra que, cuando se trata de cerveza, el sabor es lo único que importa.
Para descubrir más sobre esta innovadora iniciativa y probar el auténtico sabor de Tres Cruces, visita sus redes sociales en Instagram.