Esta técnica japonesa permite forestar rápidamente áreas urbanas, mejorando la calidad del aire y promoviendo la biodiversidad, como lo demuestra el proyecto de HEINEKEN Perú en Huachipa.
Perú ocupa el tercer lugar en América Latina con la peor calidad del aire, según el informe de IQAir 2023. A esta problemática se suman los incendios forestales, que agravan aún más la situación. Frente a este panorama, el método Miyawaki surge como una alternativa eficaz para restaurar áreas verdes urbanas, creando microbosques que no solo purifican el aire, sino que también fomentan la biodiversidad y combaten el cambio climático.
Un ejemplo destacado de su aplicación es el proyecto “A Brillar Huachipa” de HEINEKEN Perú, desarrollado en alianza con la ONG Ciudad Viva. La iniciativa ha transformado más de 700 m² de bermas centrales en las avenidas Los Laureles y Ramiro Prialé mediante la reforestación con microbosques Miyawaki, complementada con la plantación de árboles, arbustos y césped.
Wilfredo Nuñez, especialista forestal de Ciudad Viva, explica los seis pasos clave para implementar un microbosque Miyawaki, los mismos que se emplearon en el proyecto de Huachipa.
1. Usar especies adaptadas al entorno urbano
Seleccionar plantas locales adaptadas a las condiciones climáticas de la ciudad asegura una mayor supervivencia. Estas especies son resilientes, mejoran la calidad del aire y soportan sequías, además de servir como hábitat para la fauna local.
2. Preparar el terreno para un crecimiento óptimo
El terreno debe limpiarse de hierbas invasoras y enriquecerse con abono orgánico y mulch (capa protectora de material). Este proceso aumenta la fertilidad del suelo y conserva hasta un 30% más de agua, esencial en zonas áridas. Además, reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.
3. Plantar densamente para imitar un bosque natural
La clave del método Miyawaki es la densidad: las plantas se colocan juntas, imitando la estructura de un bosque. Esto acelera el crecimiento (10 a 30 veces más rápido que métodos convencionales), mejora la absorción de carbono y protege a las plantas de factores externos.
4. Crear capas o estratos en el microbosque
Un microbosque requiere estratos que representen diferentes alturas y tipos de vegetación, como árboles, arbustos y plantas más bajas. Este diseño replica un ecosistema natural donde las especies se complementan y crean un sistema interconectado.
5. Regar adecuadamente durante el crecimiento inicial
El riego es crucial en los primeros meses para fortalecer el sistema de raíces. Con el tiempo, el bosque se vuelve autosuficiente y más resistente a las sequías, reduciendo la necesidad de intervención humana.
6. Realizar monitoreos continuos
El monitoreo regular asegura la salud del microbosque. Este incluye medir el crecimiento de árboles y arbustos, identificar plagas o enfermedades, y tomar acciones correctivas si es necesario. Un seguimiento constante permite garantizar el éxito del bosque a largo plazo.
El método Miyawaki no solo es una solución innovadora, sino también una herramienta poderosa para combatir los desafíos ambientales en zonas urbanas. Iniciativas como la de HEINEKEN Perú demuestran que, con planificación y compromiso, es posible transformar espacios grises en pulmones verdes para la ciudad.