¿Es posible vivir en 9.5 m²? La arquitecta peruana Zoe Beteta transforma un microhábitat en un espacio confortable y con estilo

 A pesar de las controversias, vivir en espacios reducidos puede ser cómodo y digno. Zoe Beteta redefine el diseño de interiores en Perú con un enfoque multidisciplinario que integra arquitectura, diseño, styling e interiorismo, destacando por su meticulosa atención al detalle y funcionalidad, demostrando que la comodidad es posible en espacios reducidos.

El estudio de arquitectura, diseño e interiorismo de Zoe Beteta, ha captado la atención del público en CASACOR 2024, con su proyecto de 9.5 m². Este microhábitat ha demostrado que es posible vivir con comodidad y estilo en un área reducida, fusionando la personalización, el detalle y la funcionalidad, generando así un gran interés en la principal muestra de arquitectura e interiorismo de las Américas y en redes sociales por su enfoque único y detallista.

El espacio de 9.5 m² ha captado la atención por su capacidad para ofrecer estilo, organización y comodidad en un área reducida. Inspirado en la eficiencia de viviendas de alta densidad en países como Japón y China, el diseño integra cocina, sala, comedor y baño de manera cohesionada. Destacan elementos como un clóset, un comedor extensible, un lavadero multifuncional y un altillo con cama y librero, todo optimizado para espacio vertical. Las paredes en tonos cálidos, y toques de verde que da con plantas, complementan un ambiente acogedor y funcional, reafirmando la viabilidad de vivir confortablemente en un microhábitat bien diseñado.

Asimismo, el microhábitat también cuenta con tecnología añadida, ya que se encuentra completamente automatizado, proporcionando una experiencia de vida moderna y eficiente. El sistema de automatización del espacio está diseñado para que el habitante no tenga que preocuparse por nada en su hogar. Este sistema permite controlar la iluminación, los rollers motorizados, la música por zonas, los sistemas de aire acondicionado y calefacción, lámparas, cafeteras y termas eléctricas, todo gestionado automáticamente en función de cambios lumínicos, meteorológicos u horarios.

La arquitecta aclara que, aunque no abogan por vivir en espacios reducidos ni se consideran defensores del microespacio, reconocen que debido al crecimiento poblacional y los altos costos, vivir en áreas pequeñas será una realidad inevitable. "Queremos transmitir que incluso en un espacio reducido es posible vivir bien, sin sentirse confinado o sin comodidad", comenta. Su diseño desafía las convenciones del minimalismo en espacios pequeños, optando por texturas, detalles y elementos decorativos que crean un ambiente estéticamente agradable y altamente funcional, desafiando así las normas tradicionales del diseño de interiores.

“El impacto que deseamos es demostrar que se puede vivir bien en espacios pequeños y que esto se puede adaptar a proyectos sociales. En Perú, muchas personas viven en condiciones infrahumanas, y sería maravilloso que este tipo de proyectos se hicieran viables para mejorar su calidad de vida. Por ejemplo, en viviendas para deportistas o en soluciones de vivienda social, podríamos aplicar este enfoque para ofrecer una vida digna y confortable, incluso en espacios reducidos. Este proyecto no solo tiene relevancia a nivel individual, sino que también presenta una visión innovadora para abordar problemas de vivienda a mayor escala” señala la arquitecta.

Asimismo, el estudio presenta un segundo espacio en contraste con el microhábitat en Casacor 2024, titulado "Selva Viva." Este espacio es una cocina que celebra la Amazonía como un tesoro invaluable que debe ser preservado. "Selva Viva" refleja la conexión entre la cultura y la naturaleza en un entorno contemporáneo, sirviendo como un recordatorio de la importancia de proteger nuestro patrimonio hoy.

“Para mí, era fundamental no encasillar al estudio únicamente en microhábitats, sino demostrar la versatilidad y adaptabilidad de nuestro equipo al asumir distintos desafíos. Queremos que nuestros proyectos reflejen no solo nuestra capacidad técnica, sino también nuestra pasión por crear espacios que conecten profundamente con la identidad y el entorno de nuestros clientes” declara la arquitecta. 

Arte y ciencia. Estética y funcionalidad

Más allá de sus dos espacios en Casacor, Zoe Beteta Studio fundamenta su filosofía en el concepto de "The Luxury of Living". Para el estudio, el lujo no reside en la ostentación superficial, sino en la excelencia del diseño y la optimización de la funcionalidad. Cada espacio creado por su estudio es una expresión de este compromiso, buscando la perfección en cada detalle, sin importar las dimensiones del proyecto.

El estudio se caracteriza por su compromiso con la innovación y la búsqueda constante de soluciones creativas y funcionales. Este enfoque se centra en optimizar cada centímetro cuadrado y crear espacios que no solo sean visualmente atractivos, sino también prácticos y acogedores. La integración de tecnología avanzada y el diseño a medida permiten que cada proyecto de Zoe Beteta sea único y altamente funcional, adaptándose perfectamente a las necesidades y deseos de sus clientes.

Con proyectos que van desde viviendas familiares, hasta casas de playa y espacios comerciales, para la arquitecta especializada en diseño de mobiliario con más de 17 años de experiencia, contar con un equipo multidisciplinario apasionado por los detalles es lo que distingue al estudio. Su equipo incluye arquitectos, diseñadores de interiores, especialistas en mobiliario y paisajismo. Este enfoque integral permite al estudio abordar cada desafío con una perspectiva única, asegurando que cada proyecto no solo satisfaga, sino que supere las expectativas del cliente.

“Para mí, es importante que cada uno de mis proyectos esté centrado en las necesidades de sus habitantes. Más allá de que hablen sobre mi estilo como arquitecta, lo crucial es que satisfagan las necesidades de quienes van a habitar los espacios. Nuestro enfoque abarca desde la arquitectura pura hasta el diseño interior, styling y el desarrollo inmobiliario estratégico, uniendo arte y ciencia en cada proyecto”, concluye Zoe Beteta.